Pechuga de pollo asada mega jugosa


Si eres de los que no te gusta la pechuga de pollo, y menos aún si está asada, porque crees que es una carne muy seca, con esta manera de prepararla te voy a hacer cambiar de opinión.
Es super cómoda de hacer, simplemente untas la pechuga con los aromáticos que prefieras y el horno, una vez más uno de nuestros mejores aliados se va a encargar del resto.
Lo más complicado de la receta va a ser decidir con que acompañarla, porque prepararla es un pispas, como sabrás yo te propondría una buena ensalada o unas vainas salteadas o unas setas o champiñones o alguna patata asada ya como lujo total.
Pero es que además es estupenda para rellenar un bocadillo, unos tacos con un poco de cebolleta, pepinillo, o lo que se te ocurra.
Hoy la he preparado con un poco de pimentón y hierbas provenzales y está de escándalo hasta fría, que es como me he comido yo el último trozo 
El truco del almendruco para que quede jugosa es hacerla despacio. 
Te lo cuento ahora mismo
Preparación: 5 minutos y 1 hora de horneado
Ingredientes:
2 pechugas de pollo
1 cucharada de pimentón
1 cucharada de hierbas provenzales
sal y pimienta negra al gusto
2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra

  • Pon el horno a calentar a 100º o 110º.
  • Sobre un plato mezcla el pimentón y las hierbas o lo que hayas decidido utilizar para el aliño el aceite y la sal.
  • Reboza las pechugas en la mezcla de pimentón que has preparado. Intenta que queden impregnados todos los lados.
  • Coloca sobre la bandeja y añade un poco de pimienta negra (yo no sé vivir sin ella)
  • Mete en el horno y deja que se cocinen durante una hora.
  • Pasado ese tiempo saca la bandeja y comprueba que se han cocinado por dentro. Para ello simplemente pincha la carne con una brocheta o la punta de un cuchillo afilado y observa el color del jugo que sale, si es transparente está listo. Si aún así no te fías corta un trozo de la parte más gruesa y comprueba que la carne esta bien cocinada, de paso tendrás excusa para probar el trozo cortado. Jeje
  • Si las piezas son muy gruesas quizás tengas que dejarlo cocinar durante unos 15 minutos más.
  • Ya está listo, ahora a disfrutarla. 
  • La mejor compañía para este plato son unas patatas asadas.
  • Para ello una vez hechas las pechugas sube la temperatura del horno a 220º y mete una bandeja con patatas de guarnición cortadas a la mitad con un poco de sal gruesa  y un chorrete de aceite. A los 20 minutos las tendrás listas y realmente tentadoras.
Se conservan perfectamente varios días en la nevera, así tendrás un plato perfecto para cualquier otro día, y están buenas hasta frías con un poco de mayonesa y en bocata con lechuga, tomate y cebolla.

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