Bollos de mantequilla


Hay desayunos normales, desayunos buenos y desayunos de lujo. Estos bollos de mantequilla son para incluir en los de lujo.
Lo mejor de todo es que no cuesta mucho hacerlos y quedan perfectos siempre.
Además se conservan perfectamente varios días casi como recién hechos (si es que no te los comes todos entre el desayuno la merienda y el postre jeje) y también se pueden congelar y cuando los sacas del congelador, vuelven a su textura sedosa y perfecta.
Y por si todo esto fuera poco, se pueden hacer con menos azúcar y convertirse en un bollo perfecto para rellenar con jamón y queso o cualquier otro alimento salado que te guste para la merienda o el almuerzo. ¿Alguien da más? 

La receta original la encontré en el blog de Biscayenne, ésta, la he adaptado a los gustos de mi casa.
Preparación: total 3 horas, 15 minutos de trabajo el resto de reposo y horneado.
Ingredientes:
500 gr de harina de fuerza
100 gr de mantequilla en pomada
140 ml de leche
12 gr de levadura fresca 
3 huevos medianos
65 gr de azúcar (si eres goloso como mi madre y los quieres para desayuno tendrás que poner el doble de azúcar es decir 140 gr)
pizca de sal
un poco de azúcar extra para espolvorear y leche para bañar
  • Bate los huevos y mezcla con la leche y el azúcar.
  • Añade la harina y la levadura fresca desmenuzada ligeramente con los dedos.
  • Amasa hasta que tengas una masa un poco homogénea y luego agrega la mantequilla.
  • Cuando pongas la mantequilla se quedará una masa un poco deshecha y pegajosa, no te preocupes no pasa nada, sigue mezclando y amasando, después de 5 o 10 minutos se convertirá en una masa elástica y de lo más agradable de manejar. Y por supuesto no deberías tener que echar más harina, pero bien es verdad que no todas las harinas tienen la misma capacidad de absorción.
  • Puedes preparar esta mezcla con la amasadora si es que la tienes.
  • Forma una bola y deja reposar en el bol hasta que crezca más o menos el doble. Tardará entre 1 hora y 1,30 dependiendo del calor de tu cocina.
  • Saca ahora la masa sobre la encimera y trocea en 16 porciones de unos 60 gramos cada uno aproximadamente. Procura que sean más o menos iguales para que a la hora de hornear se hagan a la vez.
  • Forma bolas con cada una de las porciones. Para ello hay que bolear que consiste en coger la masa y colocar la mano sobre ella en la encimera como si fuera una jaula, haz girar la mano y la masa con ella, de manera que vaya formando una bola y dejando una especie de recogido en el culo de la bola al adherirse la masa a la encimera, para ello donde hagas esto no debe haber harina.
  • Ve colocando las bolas sobre una bandeja con papel de horno. Tendrás que dejar espacio entre ellas ya que van a volver a crecer.
  • Tapa con un paño limpio de algodón y deja levar de nuevo otra hora.
  • Con ayuda de una brocha de cocina si tienes o con los dedos baña los bollos con un poco de leche y espolvorea por encima de ellos azúcar si te apetece que sean un poco dulces (si los vas a usar como medias lunes no les pongas azúcar, pero si la leche)
  • Calienta el horno a 180º y deja cocinar los bollos alrededor de 13 o 15 minutos, hasta que estén dorados y bien infladitos.
  • Sácalos y deja enfriar sobre una rejilla. 
  • Una vez fríos consérvalos dentro de un tuper o de una bolsa de plástico de las que se usan para congelación.
  • Si los vas a congelar, envuélvelos de manera individual en papel film y congela, luego solo tendrás que sacarlos por la noche para desayunar por la mañana, pero no los desenvuelvas hasta que desayunes o se secarán.
¿A qué se te acaba de antojar uno? jaja

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