Pizza para vagos (sin amasado)

¿A quién no le gusta la pizza? Creo que es uno de las preparaciones más extendidas por todo el mundo, y que tiene como fans número 1 a cualquier estudiante y a muchos independizados. 

Pero comer pizza precocinada o de cualquiera de los servicios a domicilio no suele ser de lo más recomendable. 

Y plantearse hacer la pizza en casa a muchos les da pavor, porque piensan que la masa es complicada y no se atreven con ella, su amasado y su tiempo de levado.

Pues hoy vamos a acabar con este problema. Una pizza que no necesita amasado y la fórmula es de mi experto favorito Iban Yarza.

Os aseguro que esta masa para pizza, no solo es fácil de hacer, es que además está requetebuena, y tiene una ventaja más, la dejas en el frigorífico y la preparas cuando te viene bien. ¿Qué más se puede pedir?

Preparación: 5 minutos la masa, 1, 2 o 3 días de espera en el frigorífico, y horneado 5 o 6 minutos.

Ingredientes:

Masa para dos pizza medianas:

400 gr de harina normal

100 gr de sémola (venden en cualquier supermercado)

310 gr de agua

10 gr de sal

5 gr de levadura fresca de panadero (también en cualquier supermercado encuentras)

Para completar la pizza los ingredientes quedan a tu elección, solo una recomendación, no pongas nada en exceso.

En esta yo he colocado unos tomates asados, mozarella fresca y un poco de pesto de espinacas. (Puedes ver aquí la receta)

Para completar al salir del horno he añadido rúcula con un chorrete de aceite de oliva virgen.

• Mezcla los ingredientes de la masa hasta que se junten bien. Forma una bola y déjala dentro de una bolsa de congelación o en un tuper, dentro del frigorífico.

• Déjala ahí al menos durante un día entero, hasta 3, durante este tiempo la levadura irá haciendo su trabajo lentamente.
• Esto te permite por ejemplo dejar la masa hecha un jueves y tener pizza para el viernes o el sábado tan tranquilamente.
• Cuando vayas a preparar la pizza y saques el tuper del frigo, verás como se ha hecho más grande y tiene un montón de burbujas como estas.

• Pon un poco de sémola sobre un papel para hornear y sobre ella saca la masa de tu pizza.
• Pon un poco más de sémola por encima y con ayuda de las manos o de un rodillo si lo tienes estira tu masa, hasta dejarla bastante fina.
• No necesitas que la forma sea especialmente redonda, deja que coja su propia forma y tendrá un aire realmente rústico.
• Es interesante que la masa sea fina para que quede bien crujiente al hornear.
• Calienta el horno a 250º durante unos 15 minutos.
• Pon sobre la masa los ingredientes que hayas decidido ( o los que tengas disponibles)

• Mete la pizza directamente sobre la base del horno y deja cocer durante 4 minutos.
• Pasado este tiempo mira como va, si ya está un poco dorada, sube la pizza con ayuda de una bandeja plana o de un cartón grueso y colócala sobre la bandeja para que se termine de hacer un poco por encima. Con un par de minutos será suficiente.
• Sácala del horno y a disfrutar. No te olvides de acompañarla con un poco de ensalada para tener una cena más equilibrada.
• Si no tienes horno, puedes hacerla en sartén no queda exactamente igual pero el resultado es muy aceptable.
• Coloca una sartén anti-adherente y cuando esté calienta coloca tu pizzeta, cubre con una tapadera y espera a que se hinche un poco y se dore por la base. Quedará menos crujiente por la parte de arriba pero muy resultona. Mira la mía.

Nota: la sémola le da una textura impresionante a la masa de la pizza, más dorada y más crujiente, no te olvides de ponerla.