Spanakopita, pasteles griegos de espinacas y queso


Me chifa la comida de cualquier lugar del mundo. Es una perdición y siempre que tengo ocasión pruebo y preparo platos de otros países.
Hace poco estuvimos comiendo en un restaurante de comida griega. Todos sus platos estaban deliciosos, pero el que más me encandilo fue este. Unos pastelitos de espinacas y queso llamados spanakopita. No he tenido más remedio que versionarlos en mi cocina.
Los preparé en Navidad para toda la familia y sorprendentemente le gustaron incluso a la comistrajillas de mi madre.

Se suele preparar en una bandeja formato tarta y luego se cortan porciones, también se pueden hacer rulos largos y enrollarlos como una ensaimada, pero me parece mucho más cómodo y queda más crujiente preparado en pequeños rulos como te propongo en esta receta.
Preparación: 35 minutos más 1 o 2 horas de enfriado 
Ingredientes para unos 20 pastelitos
300 gr de espinacas
1 cebolleta grande
150 gr de queso feta
70 gr de queso ricotta o requesón (opcional)
2 huevos M
sal y pimienta negra molida
3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
1 cucharada de mantequilla (opcional)
7 hojas de pasta filo
aceite para untar las hojas 
1 cucharada de miel líquida
1 cucharada de sésamo
  • Corta la cebolleta finamente y pocha en una sartén con un par de cucharadas aceite y un poco de sal.
  • Cuando esté blandita añade las espinacas y deja que pierdan volumen.
  • Añade pimienta negra molida y coloca esta mezcla en un plato inclinado para que luego podamos escurrir el líquido que sueltan. También puedes colocarlo en un colador y dejar enfriar.
  • Una vez que se haya enfriado y esté escurrido, añade los huevos, el queso feta desmenuzado bien escurrido, el queso ricotta o el requesón si es que se lo pones y una pizca más de pimienta negra.
  • Remueve con ayuda de un tenedor y deja la mezcla un ratillo en el frigorífico.
  • Enciende el horno a 220º y mientras se calienta, prepara tus pastelitos.
  •  Corta las láminas de pasta filo en tres tiras  por la parte más ancha. 
  • Con ayuda de una brocha de cocina unta con un poco de aceite. También se puede untar con mantequilla derretida, pero yo prefiero usar aceite de oliva virgen extra siempre.
  • Conserva el resto de las láminas con un paño húmedo, son delicadas y se secan enseguida
  • Coloca una buena cucharada de la mezcla de espinacas en uno de los extremos más estrechos.
  • Enrolla un poco
  •  Y dobla los laterales hacia el centro. Así: 
  • Termina de enrollar del todo. Al final unta con un poco de aceite para que se pequen los extremos. 

  • Coloca sobre una bandeja con papel de horno y unta la parte de arriba también con un poco de aceite.
  • Mete en el horno y al cabo de 10 o 12 minutos estarán dorados y crujientes.
  • Puedes servirlos tal cual, pero para mi el toque perfecto se lo da el siguiente truco: echa un hilo de miel sobre cada uno de tus pastelitos y añade un poco de sésamo por encima. El contraste salado del queso feta y el ligera dulzor del hilo de miel hacen de este plato una auténtica delicia.
Nota: en vez de miel puedes preparar el relleno con unas pasas remojadas. Pero si no te gusta ese tipo de contrastes tomalos tal cual.

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