Pan Naan
El pan es un producto tan básico en muchas culturas que se considera sinónimo de alimento.
Con tan solo harina, agua y un poco de fermento se pueden hacer mil y una versiones de pan y podría decir que a cada cual más buena.
He probado muchos tipos de panes y todavía no podría decir que haya uno que me guste más que otro, porque me gustan mucho todos.
Además de gustarme comerlos me encanta hacerlos. Creo que hacer una masa con elementos tan sencillos y ver como se produce la magia del pan, después de tanto tiempo, aún sigue enamorándome.
Hoy le ha tocado el turno al pan naan, un pan plano originario del centro y sur de Asia, que se elabora con harina de trigo y levadura.
Una vez que lo pruebas quedas cautivado por su ternura y su sabor y no podrás resistirte a comerte más de uno. Te lo voy avisando para que luego no me digas.
Preparación: 45 minutos y 1,30 horas más de reposo aproximadamente
Ingredientes para 10 panes:
400 gr de harina de trigo (la que tengas por casa)
100 gr de harina integral (opcional si no pon 100 gr de harina normal y listo)
100 gr de leche
100 gr de agua
20 gr de aceite (2 cucharadas)
1 yogur natural 125 gr
7 gr de sal
15 gr de levadura fresca de panadero
20 gr de mantequilla
- Mezcla los ingredientes, excepto la mantequilla en un bol.
- El agua y la leche vete echando con cuidado hasta que toda la harina esté bien mezclada. Si te hiciera falta un poco más añádela o si necesitas menos no eches toda. Va a depender siempre del tipo de harina que uses. Si pones integral no te sobrará ya que la harina integral absorbe más que la harina blanca. También absorbe más la harina con más fuerza, por eso deberás adaptar la cantidad de líquido a la harina de que dispongas.
- Una vez integrado todo pon la mezcla en la encimera y amasa un par de minutos.
- Agrega ahora la mantequilla y vuelve a amasar hasta que tengas una masa compacta lisa y suave.
- Unta el bol con aceite y coloca de nuevo dentro, la masa hecha una bola.
- Tapa y deja levar durante una hora aproximadamente hasta que veas que ha crecido más o menos el doble.
- Unta la encimera con un poco de aceite y saca de nuevo la masa.
- Corta trozos de 80 o 85 gr y forma pequeñas bolas con estos trozos.
- Una vez formadas todas las bolitas tapa con un paño y deja reposar unos 30 minutos.
- Pasado este tiempo coloca una sartén de hierro si la tienes o una plancha al fuego y vete calentando mientras estiras con ayuda de un rodillo las bolas de masa, dándoles forma alargada.
- Coloca los panes sobre la plancha a fuego medio y espera a que se hinchen un poco y se doren por la parte de abajo.
- Luego da la vuelta y deja que se hagan por el otro lado.
- Ten preparado un cuenco con la mantequilla derretida para untarlos cuando les des la vuelta.
- También prepara un cestillo o un plato con un trapo para ir tapando los panes según los vas haciendo.
- Se toman calientes o templados, pero en todo caso son para consumir el mismo día que se hacen. Aunque si te sobra alguno no te preocupes, al día siguiente lo abres a la mitad, lo calientas ligeramente en una plancha y para desayunar están de muerte, con queso, con mantequilla y mermelada o con humus como se lo han tomado mis hijas.
- Queda a tu elección con que los tomas, pero te aseguro que están tan buenos que no tiene limites, incluso así tal cual, según los haces ayyyy que ricos.
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