Donuts caseros

¿Quién no recuerdo momentos de la niñez, soñando que fuera un día especial para desayunar con un donuts?
Ahora que soy mayor me siguen gustando muchísimo, aunque ahora los preparo en mi casa y, ni los compro, ni tengo que esperar a que me den permiso para comerlos.
Los donuts caseros no son exactos a los que comía cuando era niña, pero tampoco los que se compran ahora son iguales a los de entonces.
Sin embargo estos se asemejan mucho, con la ventaja de que al estar hechos en casa, no da ningún cargo de conciencia comerlos, no todos los días pero si de vez en cuando.

Son sencillos de preparar. Recetas hay muchas, a mi me gusta esta que es la que mejor resultado me da, porque son fáciles de preparar y su sabor es muy rico. En todo caso yo te la cuento por si te animas. 
Preparación: entre 3,30 y 4 horas con levado incluido. Y no, no hay que trabajar todo este tiempo, la mayoría es solo tiempo de espera.
Ingredientes para 8 donuts:

250 gr de harina de repostería

35 gr de mantequilla

40 gr de leche entera

35 gr de zumo de naranja

8 gr de levadura de panadero

1 huevo mediano

35 gr de azúcar

3 gr de sal
Para el glaseado:
azúcar molido
2 o 3 cucharadas de zumo de naranja

• Mezcla y amasa todos los ingredientes menos la mantequilla, hasta conseguir una masa uniforme.
• Cuando este lista añade la mantequilla en trocitos y amasa un poco más hasta conseguir que se reparta un poco.
• Te parecerá que es una masa difícil de trabajar al incluir la mantequilla, pero no desesperes, deja reposar durante 15 minutos y vuelve a amasar, ahora será más fácil hacerse con ella.
• Deja reposar  de nuevo otros 15 minutos y dale otro amasado, ahora la mezcla tendrá una textura mucho más suave y manejable
• Deja la masa en forma de bola en el bol para que leve durante 1 hora o 2 dependerá de la temperatura de tu cocina, tiene que casi doblar el volumen.
• Pon sobre la encimera y estira ligeramente con el rodillo hasta que tenga más o menos 1 cm de espesor.
• Yo los corto con un cortador especial para donuts, pero no hace falta, se pueden cortar con unos cortapastas que sirvan para darle forma de donuts. Si no tienes cortapastas puedes hacerlo con un vaso y un tapón por ejemplo.

• Vete colocando sobre papel de horno las piezas y deja tapados con un trapo durante otra hora. (Los recortes que sobre también se fríen, que aquí no se tiras nada, así que dejalos reposar junto con los donuts).

• Pon un cazo con aceite de girasol a calentar. Mi cocina vitrocerámica llega hasta el 11, y yo los frio al número 4. Pero antes dejo que se calienten al 8.
• Lo primero que hay que freír son los recortes. Así puedes ir controlando la temperatura del aceite. Luego fríe las bolitas que salen del centro del donuts. Como estas de la foto.

• Corta el papel de horno de cada donuts, e introdúcelo en el aceite con papel y todo, de esta manera no se deforman. En cuanto los metas en el cazo puedes retirar el papel que se desprenderá fácilmente. 

• Fríe suavemente por ambos lados hasta que estén ligeramente dorados  y sácalos sobre papel absorbente.
• Para el glaseado mezcla azúcar glas con un par de cucharadas de zumo de naranja.
• Pasa los donuts y las bolitas centrales por el glasedo que no debe estar muy espeso y deja secar sobre una rejilla.

Están espectaculares el mismo día que los haces, pero resisten muy dignamente para el desayuno del día siguiente. Normalmente este tipo de repostería casera es para consumir en el mismo día.

Mira el interior esponjoso que tienen y con el glasedo están de escándalo. Te dejo una foto más por si no te has convencido aún. Jejeje