Pastel de espinacas

No sé porque las espinacas son tan odiadas por los niños. Se conoce que no han visto Popeye el Marino como veíamos nosotros. Es como si ese intenso color verde les produjera automáticamente una reacción alérgica. Y justo ese exceso de clorofila es lo que a mi más me atrae.
Me gusta la comida verde. En otra vida he debido ser rumiante o algo así. 
Yo me como las espinacas tal cual salen de la cazuela sin aceite y sin ningún aderezo, pero como es lógico no puedo pretender que el resto de la familia sea tan herbívoro. Así que me las tengo que ingeniar para que se las coman y si puede ser que además digan que estaban buenas.
Este pastel es el resultado de ese propósito y de nuevo he conseguido que mi pequeña (que ya es más grande que yo) me diga que si se las pongo así, le saben buenísimas a pesar de ser espinacas, y la mayor esté deseando quedarse un día a cenar para comerse el trozo que sobro.
Ingredientes:
1 paquete de 400 gr de espinacas troceadas congelado.
1 cebolleta grande o dos medianas
2 huevos
1 plancha de hojaldre
aceite 
sal y pimienta
1 cucharada de harina
1 vaso de leche ( 250 ml)

  • Ponemos a calentar el horno a 220º.
  • Preparamos el molde que vayamos a utilizar para hacer el pastel colocando sobre el papel sulfurizado y la placa de hojaldre.
  • Pinchamos la masa con un tenedor para que no se hinche en el horno. Colocamos otro papel sulfurizado sobre el hojaldre y le ponemos algo de peso, alubias, arroz, piedras de horno,.. lo que tengamos a mano.
  • Introducimos en el horno y lo dejamos cocinar durante unos 10 minutos, pero echadle un vistazo cuando lleve 6 o 7 no sea que vuestro horno caliente más y salga demasiado tostado.
  • Pasado este tiempo, sacamos del horno, retiramos el peso y el papel sulfurizado de arriba y volvemos a hornear durante otros 3 o 4 minutos, hasta que coja un bonito color dorado.
  • Mientras troceamos la cebolleta bien picadita y la ponemos cocinar en una sartén con 3 cucharadas de aceite, durante 8 minutos más o menos.
  • Mientra ponemos a cocer los dos huevos, que nos van a servir de acompañamiento. Los dejamos hervir unos 7 minutos, para que estén cocidos pero la yema se conserve algo tierna.
  • Cuando la cebolla está hecha, añadimos las espinacas a la sartén y dejamos que se vayan descongelando. 
  • Una vez descongeladas las dejamos cocinar durante 2 minutos.
  • Apartamos hacia un lado de la sartén todo el conjunto y ponemos una cucharada de aceite y la harina,  removemos para que se tueste un poco y luego revolvemos con las espinacas. 
  • Ahora vamos removiendo al mismo tiempo que le añadimos poco a poco la leche, hasta conseguir una consistencia cremosa , pero densa.
  • Es hora de la sal y la pimienta al gusto. Mezclamos bien y repartimos sobre el hojaldre horneado.
  • Sobre el pastel colocamos los huevos una vez pelados y troceados al gusto.
 
Nota: Se puede hacer una bechamel aparte y unir a las espinacas con la cebolla, pero la cantidad necesaria es poca, ya que no queremos que se nos escurra la crema cuando cortemos el pastel, por ese motivo lo hago directamente en la misma sartén. Es muy rápido, manchamos menos cacharros y el resultado es igualmente bueno. Pero no seré yo quien os diga que lo hagáis de manera independiente.

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