Bizcocho de nata fresca. El bizcocho de las abuelas
Vuelvo con un bizcocho. Son uno de mis vicios, si no es vuestro caso pasad a la siguiente receta, pero si también os gusta desayunar con fundamento y buenos sabores, esta es otra de vuestras oportunidades.
En esta ocasión es un bizcocho hecho con ingredientes de los antiguos. Os preguntaréis por qué de los ingredientes antiguos, ¿verdad?
Pues la respuesta es que este bizcocho lleva nata, pero nata de la de verdad, de la que sale cuando se hierve leche de vaca de la auténtica y al enfriarse crea esa espesa capa de nata en la superficie. Y aunque lo que apetece es coger una cucharada de azúcar y comérsela tal cual, la reservamos para hacer este bizcochazo.
Y le llamo bizcochazo porque es grandote, no porque sea pesado, queda esponjoso y ligero.
Como se que no se suele disponer de este manjar que es la nata de leche fresca, se puede sustituir por nata doble o nata para montar o un poco de leche y creme fraiche. Lo único habrá que ajustar las cantidades de harina, ya que no hará falta tanta.
La masa de este bizcocho es más densa que los normales de yogur porque lleva bastante harina y huevos para que sujeten el peso de la nata.
Ingredientes:
1 taza de nata (250 gr)
1 1/2 tazas de azúcar (400 gr)
2 1/2 tazas de harina normal de todo uso (450 gr), no hace falta que sea específicamente de repostería
1 1/2 sobre de levadura(20 gr)
2 cucharadas de extracto de vainilla
6 huevos pequeños
6 huevos pequeños
azúcar moreno para espolvorear
una pizca de sal
- Calentamos el horno a 160º arriba y abajo.
- Ponemos papel de hornear en una bandeja amplia. (Yo uso la de hacer los asados.)
- Batimos la nata con el azúcar, pero ojo con batir en exceso que hacemos mantequilla.
- Echamos la pizca de sal y la vainilla.
- Añadimos de uno en uno los huevos, para ir integrándolos bien.
- Tamizamos la harina con la levadura, y la vamos añadiendo mientras batimos.
- Esta es la textura de la masa.
- Volcamos la masa en la bandeja forrada de papel y espolvoreamos con el azúcar moreno. Esto hace que se forme una costra crujiente sobre el bizcocho que queda muy buena.
- Metemos en el horno durante 40 minutos. Antes de sacar comprobamos pinchando con una aguja o palillo que este bien hecho por dentro.
- Dejamos enfriar sobre una rejilla y lo probamos, por si acaso, no vaya a ser que no esté bueno. Como no nos ha quedado claro si está bueno o no probamos otro trozo, y cuando decidimos comernos el tercero, quizá sea hora de pensar que era para el desayuno y tapamos para que no sucumba esta misma noche.
Buenas noches bizcochito, mañana nos vemos junto al tazón de café con leche.
Dulces sueños. :-)
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