Arroz con leche
El arroz con leche es uno de esos postres, que si te gustan, te gustan mucho. A mi me transporta directamente a mi infancia, a esos domingos en casa de mi madre en que preparaba postre para después de comer y éste, era uno de los habituales, junto con el flan, la leche frita, los helados de mantecado, entre otros.
Pero el arroz con leche siempre tenia un sitio privilegiado, será porque es uno de los que más le gustan a ella, que es una golosa empedernida y dice que el arroz se le atraganta, menos cuando está hecho así con leche y bien de azúcar, menuda bandida está hecha jajaja.
No creo haber comido nunca un arroz con leche malo, los he tomado mejor hechos o preparados con poco arte, pero malo, malo no lo recuerdo. Aunque cuando te tomas un arroz con leche bien cocinado cremoso y delicado, entonces es que se le ha dedicado todo el cariño que necesita.
No es un plato exprés, si quieres salir del paso puedes hacerlo en olla rápida (aquí tienes la receta) no es lo mismo pero estará bien rico, pero si lo quieres bueno, bueno, de los que te hacen saltar las lágrimas, dedicale el tiempo que se merece.
Y ahora al lío.
Preparación: 1 hora
Ingredientes para 4-5 raciones:
90 gr de arroz (1 tacita de las de café)
1 litro de leche entera (10-11 medidas de las de arroz)
90 gr de azúcar (1 medida de las de arroz) (para mi 90 es suficiente si eres muy goloso como mi madre tendrás que poner más azúcar)
1 palito de canela
1/2 cáscara de limón (sin la parte blanca)
canela molida (para mi mucha, que me encanta)
una pizca de sal
- En un cazo o cazuela alta pon el arroz, la cáscara de limón y el palo de canela junto con la misma medida de agua que de arroz (una tacita de las de café) y la pizca de sal.
- Pon a hervir a fuego suave.
- Mientras, vete calentando la leche, yo la pongo directamente en el microondas unos minutos.
- Cuando el agua del arroz esté prácticamente evaporada añade la mayoría de la leche y deja que todo se cueza a fuego muy suave. Andate con ojo que si subes mucho la potencia de tu cocina la leche tiene la mala costumbre de subir y desbordarse, parece que tiene prisa por huir.
- Debes dar vueltas cada poco tiempo por dos motivos, el primero porque así no se pegará en el fondo, y el segundo y muy importante es porque el arroz irá soltado el almidón que es lo que hará que se forme una maravillosa cremosidad en la leche junto al arroz.
- Debe estar cociendo alrededor de unos 45 minutos, 5 o 10 minutos antes de terminar de hacerse añade el azúcar y la leche restante.
- Sigue dando vueltas, ahora es aún más importante ya que se puede pegar al fondo más fácilmente y el sabor a quemado en este postre no es lo que buscamos.¿No crees?
- Una vez terminado de cocer pásalo a una fuente o a los cuencos individuales donde vayas a servirlo y espolvorea con abundante canela en polvo.
- Para mi gusto como más delicioso está es tibio ya que los sabores son más intensos, pero nunca le digo que no a un plato de arroz con leche frío. De hecho si sobra me lo tomo para desayunar tan contenta, pero solo si no estaba guardado en el frigorífico.
Notas: No suelo retirar ni la cáscara de limón ni la rama de canela, pero eso va en gustos.
La cantidad de leche es orientativa, ya que si pones un hervor más fuerte o la boca de la cazuela es muy amplia, se evaporará más líquido y será necesario añadir más cantidad para que no quede demasiado espeso el arroz.
Además hay que tener en cuenta que el arroz tiene la misma manía que las lentejas, mientras las dejas reposar hacen el efecto esponja, y se beben cualquier cosa que tenga a su lado, así que cuenta con ello cuando vayas a retirarlo y deja siempre un poco más caldoso de lo que lo quieras consumir luego, ya que espesará mientras enfría.
La pizca de sal parece una tontada, pero la sal potencia la fuerza del dulce, curioso pero eficaz.
A algunos les gusta añadir un poco de mantequilla al final, yo no lo aconsejo, porque le da un toque grasiento, para mi innecesario y poco agradable, en todo caso se puede mezclar la leche con algo de nata para montar a la hora de cocinarlo y darle más cremosidad al conjunto.
Por último procura hacer este plato cuando sepas que tienes con quien compartir, porque sino te pasará lo que a mi y estarás toda la tarde como una boa, intentando digerir todo lo que te has zampado.
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