Pimientos asados

Los pimientos son un acompañamiento fabuloso para muchos platos. Solos en ensalada, en bocadillo con algún ingrediente estupendo como el atún, filete empanado, tortilla... y es que su textura tierna y su carne sabrosa son una delicia.

Siempre tengo algún bote de pimientos en casa, pero de vez en
cuando me apetece recuperar el sabor de esos pimientos morrones asados en casa, tiernos y jugosos, irresistibles, simplemente con un poco de sal y un chorro de aceite de oliva virgen. Y del olor que dejan cuando se están haciendo en el horno, ni hablamos, porque los jugos gástricos empiezan a temblar.

Ingredientes:

Pimientos morrones grandes

Sal

Aceite

Paciencia

• Precalentamos el horno a 190º.
• Lavamos bien los pimientos y los secamos.
• Untamos con un poco de aceite y salamos ligeramente los pimientos.

• Los colocamos en una fuente de horno.
• Introducimos la fuente en el horno durante 30 minutos
• Pasado este tiempo les damos la vuelta y dejamos otros 30 minutos.
• Normalmente con este tiempo es suficiente, pero en esta ocasión como eran muy grandes los he tenido otros 25 minutos más.
• Sacamos la bandeja del horno y tapamos con papel de aluminio para que se vayan enfriando con su propio vapor.

• Después de unos 20 o 30 minutos podemos pasar  a pelarlos y retirar las pepitas.

• La piel sale muy bien y no se tarda nada en tenerlos listos.
• Ahora solo queda conservarlos como queramos, en un tuper durante 15 días en el frigorífico, o en un frasco y al baño maría durante 20 minutos para tener pimientos durante todo el año.

Nota: Aquí el único que trabaja es el horno, solo hay que tener paciencia para esperar a que salgan del horno bien asados, y listos para zamparselos.