Coliflor al ajoarriero

 

Esta manera de preparar la coliflor es una de las más sencillas y típicas de muchas casas, pero como nadie nace enseñado, por si no la conoces aquí la dejo. 

Solo tiene dos requisitos importantes, cocer la coliflor en su punto y utilizar un buen aceite y un buen pimentón. 

Es un plato facilón que te puede solucionar la comida de cualquier día, bien como primer plato o añadiendo un huevo frito (que con el pimentón sabe delicioso) y tendrás el plato completo.

Un plato económico con productos frescos, perfecto para cualquier día, si también aunque sea domingo. 

Preparación: 30 minutos

Ingredientes: 

1 coliflor pequeña

2 patatas pequeñas

3 o 4 ajos

aceite de oliva virgen extra

pimentón de la vera

vinagre

 

• Lava la coliflor y sécala.
• Retira con ayuda de un cuchillo pequeño el tronco y las hojas y ve retirando poco a poco las flores.
• Pela las patatas y trocea en cubos de un tamaño mediano, parecidos al de las flores de coliflor.
  
• No se te ocurra tirar ni el tronco ni las hojas, con ella puedes preparar una crema perfecta para mañana por la noche, junto con unos ajetes. (Te dejo aquí enlace a la receta)
  
• Pon agua a calentar en una cazuela, cuando esté hirviendo añade un poco de sal gruesa y echa las patatas troceadas.
• Cuando las patatas lleven 5 minutos añade las flores de coliflor y cuece todo durante otros 5 o 6 minutos.
• Comprueba el punto de cocción pinchando las verduras con la punta de un cuchillo o con un palillo. Deben estar tiernas pero no blandas.
• Si ya están listas escurre y coloca en una fuente o plato amplio.
• En una sartén echa 5 o 6 cucharadas de aceite con los ajos pelados y laminados.
• Cuando los ajos estén ligeramente dorados apaga el fuego y añade una cuharadita de pimentón y dos cucharadas de vinagre.
• Echa este refrito sobre la coliflor y las patatas y sirve caliente.
• No te olvides de poner un buen trozo de pan, estoy segura de que querrás untar hasta la última gota de ese refrito.

La coliflor está buena pero con la patata está aún mejor. 

Una vez preparada la puedes refrigerar y consumir uno o dos días después, aunque está mejor recién hecha, recalentada no desmerece mucho.