Pollo asado estilo Singapur

Marinar cualquier carne para luego asarla es siempre un buen comienzo.

Al marinar la carne además de absorber los sabores del mejunge que prepares, al asarse queda tierna y muy jugosa.

Si además la mezcla es sabrosa y perfumada con sabores que son de tu gusto el existo está garantizado.

Cuando leas la lista de ingredientes no vayas a pensar que vaya mezcla extraña, los cítricos han acompañado desde siempre el pollo asado de los domingos, igual que el ajo, la pimienta... lo único que se sale un poco de lo habitual es el jengibre, pero si no has incluido esta maravilla en tus elaboraciones deberás ir probando porque una vez que lo uses ya no podrás prescindir de él y eso sin contar que tiene buenas cualidades para el organismo como favorecer la digestión entre otras.

Preparación: 60 minutos más una noche de marinado

Ingredientes:

1 pollo abierto

1 ajo rallado

la misma cantidad de jengibre rallado que de ajo

1 cucharada de mostaza

zumo de 1 mandarina y medio limón

1 cucharada de miel

1 cucharadita de pimienta negra molida

1pizca de canela

3 o 4 cucharadas de vino de jerez

1 vasito de salsa de soja

para acompañar unas chalotas o cebolletas pequeñas

 

• Mezcla todos los ingredientes en una taza. 
• Pon el pollo limpio dentro de una bolsa de congelación y echa todo el líquido del marinado que has preparado
• Cierra bien la bolsa y deja en el frigo toda la noche.
• A la mañana siguiente temprano da la vuelta a la bolsa para que se unte bien por el otro lado del pollo.
• Una hora y cuarto antes de comer calienta en horno a 220º. 
• Saca el pollo con cuidado de la bolsa y colócalo sobre la bandeja del horno, abierto con la piel hacia arriba.
• Riega el pollo con la mitad de la marinada y reserva el resto para luego.
• Pela las chalotas y coloca en la bandeja también.
• Introduce la bandeja en el horno y deja cocinar durante 15 minutos.
• Pasado este tiempo baja la temperatura a 180º, riega el pollo de nuevo con parte de la marinada reservada y si se ha secado mucho la bandeja añade medio vasito de agua.
• Cuando lleve otros 20 minutos vuelve a sacar y riega con el resto de la marinada y deja otros 10 minutos más.
• Saca por última vez y riega con el jugo de la bandeja todo el pollo.
• Pincha con un cuchillo la pechuga que es la parte más gruesa y la que tarda más en cocinarse.
• Si está tierna y el cuchillo entra sin dificultad, deja el pollo un par de minutos más y listo. Si no es así deja 10 minutos más.
• Ten cuidado de que la bandeja no se quede seque y se quemen los jugos que tienes en ella, porque es la salsa que vas a servir con el pollo y no se puede echar a perder.
• Cuando retires el pollo de la bandeja junto con las cebolletas, si la salsa se ha quedado muy espesa añade medio vasito de agua caliente para desglasar bien toda la bandeja. 
• Pon está salsa en una salsera para que cada uno se ponga a su gusto.
• Sirve con una buena ensalada verde y si eres patatadicto como nosotros acompaña con unas patatas de guarnición hervidas. Las untarás en esta salsa como si no hubiera un mañana.