Salmorejo de remolacha
En verano y con días de calor pocas cosas me apetecen tanto para empezar a comer, como un plato de salmorejo. A pesar de que el verano llega a su fin y hay que resignarse a la entrada del otoño, antes de que se vayan del todo los calores aprovecho para seguir con este plato que me encanta.
Fresquito y con todo ese sabor delicioso te recupera el cuerpo desde la primera cucharada.
El último viaje que hicimos a Sevilla, probamos un salmorejo de remolacha y me gusto tanto que en cuanto volví a casa lo preparé.
Este es el resultado y estamos encantados con esta nueva incorporación al recetario familiar.
Solo con ver el color, uno se enamora del plato ¿no te parece? pues verás cuando lo pruebes.
Preparación: 20 minutos y 2 o 3 horas mínimo de refrigeración
Ingredientes para 2 o 3 personas:
500 gr de tomates maduros
300 gr de remolacha cocida
60-70 ml de aceite de oliva virgen extra
1 ajo pequeño o medio si es grande
4-5 gr de sal (al gusto)
20 - 40 gr de pan del día anterior (según como lo quieras de espeso)
semillas de sésamo para decorar (o lo que más te guste)
- Lava los tomates y corta en 5 o 6 trozos.
- Trocea también la remolacha y el trozo de pan que vayas a usar.
- Pela el ajo y mide el aceite.
- Echa en la batidora de vaso los tomates, la remolacha, el pan, la sal, el ajo y la mitad del aceite.
- Ponla en marcha y deja que triture todo durante unos 5 minutos luego ve añadiendo el resto del aceite en un chorro fino para que ligue todo la crema del salmorejo.
- Cuela por un colador fino o un chino y deja enfriar en la nevera al menos 2 o 3 horas para que esté bien fresquito.
- Sirve al gusto con semillas de sésamo, con huevo duro, con jamón, con un chorrito de aceite, con una pizca de pimienta negra recién molida.
- Si te gusta el sabor del salmorejo más ácido le puedes añadir un poco de vinagre, pero yo no soy partidaria.
Espero que te guste
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