Galette de cebolla y remolacha

La idea de meter cualquier alimento dentro de una masa es una de las más extendidas por el mundo.

En España por ejemplo tenemos entre otras cosas los bocadillos y las empanadas, en Argentina son famosas sus empanadillas, los italianos las pizzas y calzones, en Oriente Medio los kebab, en Japón las gyozas, en China los dumplins y los baos y en Francia las galettes.

Es una manera diferente y bonita de presentar cualquier producto en la mesa y también una buena manera de dar salida a los restos de alimentos que se van quedando por la nevera.

En esta ocasión la idea fue dar salida a una remolacha cocida que me quedaba, podría haberla puesto en la ensalada pero esta receta me parece mucho mas divertida y una manera perfecta de completar la comida de hoy, junto con una crema de verduras es un menú completo.

Preparación: 1 hora

Ingredientes:

para la masa:

140 g de harina

15 g de semillas variadas (lino, sésamo blanco y negro, chía....)

70 g de mantequilla fría y en cortada en dados

70 g de agua fría

pizca de sal

1 cucharadita de levadura química

Para el relleno:

1 cebolleta grande

1 remolacha cocida

100 g de queso fresco (tipo cottage por ejemplo)

30 g de queso azul (yo he usado roquefort)

50 g de queso gruyere rallado 

sal y una pizca de tomillo

pimienta negra molida

 

• Coloca la harina, las semillas y la mantequilla en un bol. 
• Ve frotando con las manos la mantequilla junto con la harina hasta que se quede como unas migas.
• Añade la levadura, la sal y el agua y mezcla, hasta formar una bola, pero no amases en exceso para que luego quede crujiente y tierna.
• Envuelve en papel film y lleva al frigo mientras preparas el resto de ingredientes.
• Enciende el horno a 200º.
• Cortas la cebolleta y la remolacha en rodajas finas.
• Mezcla los tres quesos con ayuda de un tenedor y añade un poco de pimienta negra molida.
• Saca la masa de la nevera y ponla sobre un papel de horno.
• Con ayuda de un rodillo extiende la masa hasta formar un círculo que tenga un grosor de un par de milímetros. No te preocupes por los bordes irregulares, le darán un aspecto rústico bien chulo.
  
• Reparte la mezcla de quesos sobre la masa dejando un borde alrededor de unos 5 cm.
• Coloca de manera alterna la cebolla y la remolacha sobre el queso.
• Ahora dobla los bordes de la masa plegando en algunas zonas para que la verdura quede encerrada, como se ve en la foto.
• Espolvorea un poco de sal y tomillo y un chorrito de aceite.
• Lleva al horno y deja que se cocine hasta que la masa esté crujiente y la cebolla tierna. Tardará unos 40 minutos aproximadamente.
• Sirve caliente o tibia junto con una ensalada.

 

Está masa queda super crujiente y con un sabor a mantequilla muy rico, el queso se funde y se mezcla con las verduras por lo que no deja que la capa de abajo quede blanda.

 

Bon appetit!!