Sopa azteca

 

Descubrir nuevos sabores es uno de los grandes placeres y prepararlos luego en casa, uno de mis hobbys.
Esta sopa la probé en un restaurante mejicano y me sorprendió el contraste de sabores desde la primera cucharada, ácido, dulce, picante, lácteo y las diferentes texturas, líquida, cremosa, untuosa y crujiente. 
Y todo ello en solo una cuchara.
Teniendo en cuenta lo que me gustan las sopas y cremas, está era la siguiente en la lista de espera.
Los ingredientes utilizados son los que tenemos al alcance de cualquier mercado y seguro que si se compara con otras le faltarán algunos toques de aroma especifico, pero estoy muy contenta con el resultado obtenido.
Preparación: 40 minutos
Ingredientes para 4 raciones:
600 gr de tomates tipo pera 
1 cebolleta
1 chile o guindilla roja fresca
3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
1 litro de caldo de verduras
sal y pimienta negra molida
Para emplatar:
1 aguacate
2 tortillas de maíz (o de trigo o unos nachos)
queso tierno (tipo mozarella o queso de Burgos) 
unas hojas de cilantro
  • Trocea la cebolla. Pon una cazuela el aceite y sofríe.
  • Retira las pepitas del chile y añade a la cazuela.
  • Trocea los tomates y échales al sofrito anterior.
  • Deja que se cocinen durante un par de minutos y agrega la mitad del caldo, la sal y la pimienta negra al gusto.
  • Tapa y pon a fuego suave durante unos 15-20 minutos.
  • Tritura con la batidora y cuela para retirar las pieles y pepitas que hayan quedado. De esta manera la textura de la sopa será muy fina.
  • Añade el resto del caldo y deja que vuelva a hervir.
  • Mientras trocea el aguacate y coloca junto con el queso en los boles donde vayas a servir la sopa.
  • Trocea en tiras las tortillas y fríe en aceite caliente o hornea hasta que estén crujientes. Si utilizas nachos puedes saltarte este paso (espero que nadie se ofenda por esta trampa)
  • Sirve la sopa caliente una vez este todo listo y los comensales en la mesa, para que puedan tomar la sopa con las tortillas de maíz aún crujientes.

Es una sopa muy reconfortante para los días de frío o de lluvia. El nivel de picante que le pongas deberás adaptarlo a tus gustos, pero ten en cuenta que el aguacate y el queso suavizan el picor en el paladar, por lo que puedes poner un poco más de lo que crees. Y picante tiene que llevar sino, estará rico pero será otra sopa.

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