Patatas bravas


Tomarse unas patata bravas recién hechas es uno de esos pequeños placeres de la gastronomía que te reconfortan no solo el estómago, sino también el resto del cuerpo y el ánimo.
Y no sé muy bien por qué, pero solemos dejar que ese pequeño placer se convierta en algo excepcional que tomamos algún fin de semana y además en cualquier garito a la hora del aperitivo. 
El problema es que no siempre el garito es el más recomendado para unas buenas patatas bravas, y entonces ya no nos reconfortan tanto :(

Para solucionarlo una buena idea es encontrar claro está, un buen lugar de confianza para tomarse un buen plato de bravas, pero existe otra opción que igual no te la habías planteado, hacerlas en casa jeje. Además así las puedes hacer en cualquier momento que te parezca.
Yo estás las he preparado un martes, hala, porque soy valiente y me gusta saltarme las normas.
Bueno, menos guasa y al tajo.
Preparación; 40 minutos
Ingredientes:
4 patatas medianas de buena calidad
1 cebolleta
1 guindilla fresca
1 cucharadita de pimentón dulce y otra de picante
un chorrito de vino blanco o de agua en su defecto 
2 cucharadas de aceite de oliva virgen para la salsa y aceite abundante para freír las patatas

  • Corta la cebolla no muy gruesamente y pon en un cazo o sartén a pochar con un par de cucharadas de aceite.
  • Cuando la cebolla esté algo blanquecina, añade entonces la guindilla, dale una vuelta y  retira del calor y echa los pimentones, remueve rápido y pon también el vino blanco o el agua. Es importante que no tardes en echar el líquido para que no se requeme el pimentón, porque sino cogerá un sabor amargo.
  • Deja cocinar durante unos 30 minutos.
  • Mientras pela las patatas, lávalas bien y córtalas en trozos a tu gusto (tamaño bocado a ser posible)
  • En una sartén pon aceite suficiente para freír las patatas.
  • Cuando el aceite esté caliente pon las patatas dentro de la sartén y fríelas a fuego suave. Se tienen ,casi, que cocer en el aceite.

  • Una vez pasado los 30 minutos de la salsa, comprueba que la cebolla está muy tierna y entonces pasa por la batidora para hacer la salsa fina y reserva.
  • Cuando las patatas estén tiernas y empiecen a dorarse por fuera, sácalas y coloca sobre papel de cocina absorbente para retirar el exceso de aceite.
  • Sirve las patatas con la salsa y a disfrutar como si fuera domingo.


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