Sopa de invierno

 

Todavía nos quedan días en los que el frío nos pedirá una buena sopa para entonar el cuerpo y tendremos por la nevera verduras propias de la temporada como la berza. 

Esta sopa de invierno de berza también lleva puerro y calabaza porque la calabaza es una de esos productos de la huerta que aguanta todo el invierno en perfecto estado, para hacer las delicias de nuestros platos.

Es una sopa sencilla con productos sencillos que se puede tunear a gusto de comensal. Yo le he añadido unos taquitos de jamón pero si la quieres hacer vegetariana no se lo pongas. 

También quedará genial con un huevo escalfado o cocido y picado, un poco de queso curado rallado, un poco más de pimienta negra (nunca es demasiada), unos trozos de pollo cocido, de manera que puedes convertirla en diferentes sopas con una sola base, en un primer plato o en un plato único. 

Preparación: 50 minutos

Ingredientes para 4 o 5 raciones:

1/2 berza

2 puerros

1 trozo de calabaza (al gusto)

unos taquitos de jamón (opcional)

aceite

pimienta negra 

1/2 cucharadita de cúrcuma (opcional)

sal

agua o caldo de verduras

 

• Lava los puerros y picalos finamente.
• Pela el trozo de calabaza si aún tiene cáscara y pica también en cubitos pequeños.
• Retira el tronco duro de la berza y pica las hojas primero en tiras y luego cada tira en trozos pequeños.
• Echa en una cazuela 4 cucharadas de aceite y saltea ligeramente primero el puerro, luego añade la calabaza. Deja que se cocine durante un par de minutos.
• Añade la berza y cubre con agua o caldo caliente, añade un poco de sal, pimienta negra y la cúrcuma.
  
• Deja que cueza durante unos 15 minutos.
• Mientra trocea el jamón.
• Añade el jamón y deja que hierva un par de minutos, luego prueba el punto de sal y si es necesario corrige.
• A la hora de servir la sopa añade un poco más de pimienta negra si te gusto o cualquiera de las otras opciones que te sugiero al principio de la receta. Con queso rallado por encima está deliciosa.
  

Nota: La cúrcuma no es imprescindible pero le da un color bonito a la sopa y de paso aprovechamos sus cualidades antioxidantes y antiinflamatorias.

Si no tienes caldo puedes hacerlo con agua o puedes aprovechar la parte verde de los puerros y ponerlo a cocer mientras picas las verduras, luego cuela y añade a la verdura en vez de agua caliente.