Bizcocho de crema agria y arándanos deshidratados

 

Me pasa algunas veces que compro un producto para hacer un plato concreto y luego me lío y no lo hago por falta de tiempo y al cabo de unos días, olvido lo que iba a preparar o se me pasa las ganas. Pero el producto sigue ahí, en la nevera, esperando salir a los fogones.
Eso me pasó con un tarro de crema agría, que en vez de acabar en un plato salado ha terminado en forma de bizcocho, una opción estupenda para acompañar el café del domingo.
Preparación: 10 minutos y 45-50 minutos de cocción 
Ingredientes:
250 g harina todo uso
175 g azúcar
3 huevos 
200 g crema agría
100 ml de aceite de girasol o de oliva suave
8 g de levadura química
1 pizca de sal
1 limón 
1 trozo de jengibre (10 cm aproximadamente)
1 buen puñado de arándanos deshidratados
 

  • Prepara todos los ingredientes y déjalos pesados, lo que los profesionales llama la "mise en place"
  • Enciende el horno a 175º
  • Tamiza la harina junto con la levadura.
  • Ralla la piel del limón una vez lavado y mezcla la ralladura con el azúcar.
  • Retira la parte blanca de la cáscara del limón y pela con ayuda de una cucharilla el jengibre.
  • Trocea el limón y el jengibre y trituralos con ayuda del aparato picador de la batidora y reserva. (Ver nota final)
  • Bate los huevos con el azúcar y la pizca de sal hasta que estén bien espumosos y blanquecinos.
  • Añade la crema agría y el aceite y bate hasta incorporar.
  • Agrega ahora la harina y remueve suave hasta integrar, pero no lo batas en exceso para que no se baje el trabajo de aireado que has conseguido con los huevos.
  • Por último añade los arándanos picados y una buena cucharada del picadillo de limón y jengibre removiendo suave con una espátula.
  • Coloca la masa en un molde alargado al que habrás untado con mantequilla o con espray desmoldante.
  • Hornea durante 40-45 minutos, pasado este tiempo comprueba con un palillo si está hecho, si al pinchar con el palillo sale limpio está listo si no deja que se cueza durante unos minutos más.
  • Una vez fuera del horno desmolda y deja sobre una rejilla para enfriar.
  • Puedes decorar con un glaseado de azúcar molido y un poco de zumo de limón o simplemente con un poco de azúcar y unos arándanos.
Puedes congelar parte del bizcocho y cuando te apetezca sacar del congelador y dejar templar o directamente en la tostadora para que se descongele y se tueste un poco. 
Espero que te guste.
Nota: Si estás pensando que hacer con el resto del limón y jengibre triturado mi recomendación es que lo congeles también, ponlo en cubitera de hielos y úsalo para hacer una infusión de té verde por ejemplo con un cubito de esta preparación, es realmente deliciosa.

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