Nuggets de pollo

¿De vez en cuando te apetece comer alguna de esas comidas que venden ya preparadas y congeladas? se me ponen los pelos de punta solo de pensarlo. 

La solución siempre es hacerlo tu mismo.

Porque la opción de comer esos preparados no es nada buena, pero quedarte con las ganas tampoco es muy agradable. Así que manos a la obra.

Estos nuggets de pollo son una opción estupenda para cenar junto con una ensalada o un plato de sopa o crema de verduras, y además si aprovechas para hacer el doble de cantidad, los puedes congelar  y tendrás la cena lista para otro día que te apetezcan.

Preparación: 30 minutos

Ingredientes para 25 nuggets aproximadamente:

750 de pollo (pechuga o contramuslo deshuesado)

100 gr de queso crema

1/2 ajo                    

1 huevo

un puñado de espinacas (opcional)

perejil fresco picado (1 cucharada)

sal y pimienta negra

Para rebozar:

1 huevo batido

harina

pan rallado (elige algún tipo que sea grueso tipo panko para que quede más crujiente)

• Pon los ingredientes en el accesorio picador del procesador de alimentos. Si no tienes puedes picarlo con el accesorio picador de la batidora pero como es más pequeño habrá que hacerlo en varias tandas. El pollo échalo troceado sino, la máquina no podrá triturar bien.

• Cuando este todo picado vete formando pequeñas bolas de la mezcla, y reboza en harina.
• Dales forma aplanada y no los hagas demasiado grandes para que luego se frían bien y tenga un buen rebozado.
• Pásalos ahora por el huevo y luego por el pan rallado, que queden bien envueltos en este último.

• Dejalos reposar en la nevera media hora.
• Ya los tienes listos para freír en aceite bien caliente, o para congelar, bien envueltos para que no cojan escarcha.
• También se pueden hacer en el horno a 200º unos 20 minutos. Pero no les quites el ojo de encima no se vayan a tostar demasiado. Y dales la vuelta a la mitad de tiempo. 

 

Nota: la pechuga de pollo es muy limpia y cómoda para preparar este plato, pero yo he elegido hacerlos con los contramuslos del pollo, porque la carne es más jugosa. De paso aprovecho para hacer un caldo con los huesos que les he quitado. Ya sabes que "aquí no se tira nada".