Croquetas de morcilla y manzana caramelizada



El mundo "croquetil" tiene el mismo límite que el de tu imaginación. O sea ninguno.
Puedes hacer croquetas de casi todo. La cuestión como en cualquier otro asunto de cocina es que los ingredientes juntos den un buen resultado.
En este caso la morcilla y la manzana son dos aliados perfectos, que se compensan el uno con el otro en sus sabores y texturas.
El resultado unas croquetas perfectas para empezar una buena comida, o una cena estupenda con una buena ensalada, eso lo eliges tú, yo solo te voy a contar como hacerlas, el como comerlas es cosa tuya. 😄
Preparación: 1,15 hora aproximadamente, más el tiempo de enfriado
Ingredientes:
2 morcillas pequeñas (no de arroz)
1 manzana golden 
1 cebolla roja pequeña
1/2 litro de leche
80 gr de harina 
sal
pizca de nuez moscada
aceite de oliva virgen

  • Pela y trocea la manzana en dados pequeños.
  • En una sartén con una pizca de aceite pon a cocinar la manzana a fuego medio, para que se haga sin llegar a deshacerse, para que luego nos encontremos los trocitos dentro de la morcilla.
  • Una vez que este tersa pero algo cocinada, unos 10 minutos retirala a un plato y pocha la cebolla roja una vez picada finamente, con un poquito más de aceite.
  • En otra sartén pon a freír las morcillas a fuego suave. Cuando estén hechas retira la piel y la mayor parte de la grasa que hayan soltado.
  • Prepara la besamel para la crema de las croquetas con la leche y la harina.
  • Coloca un cazo al fuego con la leche y la harina en frío. Remueve con garbo hasta que se integren ambas mientras va cogiendo temperatura suavemente.
  • Mantén el fuego suave y vete dando vueltas con las varillas hasta que la masa empiece a espesar. 
  • Si cuando espesa te cuesta remover con las varilla utiliza un tenedor o cuchara de madera.
  • Deja que empiece a hervir y entonces añade la nuez moscada, la morcilla, la cebolla y la manzana. Deja cocer unos minutos, prueba el punto de sal y corrige si es necesario y coloca la crema sobre una bandeja amplia para que se enfríe.
  • Luego solo tienes que formar las croquetas, pasalas por huevo y pan rallado, como sueles hacer habitualmente.
  • Déjalas un rato en la nevera antes de freír en abundante aceite caliente.
  • Ahora ya sabes mi lema: disfruta de ellas con una buena ensalada.

Nota: si ves otras de mis recetas de croquetas te darás cuenta que siempre doro la harina con el aceite antes de echar la leche, y en este caso no lo he preparado así.
El motivo es porque la morcilla y la cebolla ya llevan su parte de aceite y de esta manera no se cargan  más de grasa las croquetas. Pero a cambio deberás cocer la mezcla hasta que espese a fuego suave y el proceso te llevará algo mas de tiempo, para que la crema no sepa a crudo.

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